Khruangbin se ha consolidado desde las entrañas de Texas con una propuesta exótica que abarca sonidos originarios de varias partes del mundo, llegando a formar parte de Dead Oceans, el mismo sello que artistas como Mitski y Phoebe Bridgers. Laura, Mark y D.J hacen viajes de descubrimientos multiculturales en constante expansión musical expresada mediante instrumentales que oscilan entre lo ambiental y lo psicodélico.
La complejidad para describir a Khruangbin es alta. Desde la extravagancia de las pelucas hasta sus conocimientos musicales aparentemente eternos, incluyendo su sonido característico, que es en realidad la absorción de incontables sonidos internacionales. Como la banda sonora de una road movie lisérgica, sus obras suenan una zapada interminable con músicos de todo el mundo que se van sumando y saliendo a lo largo y ancho de ella.
El interés por las raíces, el mestizaje y el amor por la música occidental y oriental son la tria principia de esta formación texana y está plasmado en su álbum más representativo “Con todo el mundo”. Este segundo LP del trío nace como una carta de agradecimiento al abuelo de la bajista Laura Lee, quien la formó en el camino del diggin’, enseñándole los ritmos latinos provenientes de sus raíces mexicanas y joyas de la música afroamericana. Su presencia inevitablemente se tornó en una catarata de influencias para los tres y su gran capacidad de ejecutar una combinación peculiar y asombrosa del máximo común múltiplo.
El trío tomó “Con todo el mundo” como un título bien literal. Integran su amor al P-Funk, el reggae, la música arábiga e iraní, armonías tailandesas y un núcleo de rock psicodélico para formar mezclas deslumbrantes. Bajo el mismo sol, eras y regiones enteras.
