La cumbia, el paradigma musical más transversal y característico de Latinoamérica, tiene hoy por hoy una de sus expresiones más mutantes en Colombia: El tropicanibalismo. Un desarrollo estrafalario y extremista que viene de la academia, pero no se pone el traje. No son versiones sobrias e intelectuales de la música del Caribe, todo lo contrario: En su consorcio la experimentación es tan lisérgica como bailable. El Frente Cumbiero es palabra mayor en este circuito y hay un disco suyo que es indispensable para alimentar las orejas con este sonido: “Cera Perdida”.
La discografía del Frente contiene grandes alianzas que los unieron a Mad Professor para fusionarse con dub y a los Minyo Crusaders para abrazarse al Min’yō japonés. En ese catálogo “Cera Perdida” brilla por ser la dosis más fuerte de su propuesta, siempre enriquecida por las fraternidades, pero no menos genial por sí sola.
«Tropicanibalismo de pandemia 2020» dice la descripción del álbum en Bandcamp y difícilmente lo pueda definir mejor. Un cuarteto basta para incluir moog y guacharaca, electrónica, bajo eléctrico, timbal, campanas, percusión, saxo tenor, clarinete y bombardino, además de lo que se traen los invitados de La Delio Valdez, Conjunto Miramar y Personajes Carátula.
No hace falta ser experto para distinguir una formación anormal para la cumbia y ya desde esa base de la que se parte el álbum es renovador. En cierto sentido, fluye como un disco de jazz y eso lo hace accesible para un público que no necesita ser experto en la historia de la música colombiana ni nada parecido. «Cera Perdida» es una feria de sonidos donde todo es natural, se siente bien y siempre se encuentra algo único, imposible en las obras tan estructuradas del mainstream moderno.