La sensibilidad como bandera de resiliencia

Un camino de superación poco heróico y pavimentado de errores es el que cuenta El Mató a un Policía Motorizado en su álbum más emblemático

El Mató a un Policía Motorizado a lo largo de su discografía le habló al común de las personas con la empatía como puente para apelar a cada uno con sus problemas. Involuntariamente crearon la banda de sonido de varias generaciones a lo largo de su trayectoria de más de veinte años, con una evolución guiada por diferentes conceptos y una estética cuidada que llegó a su punto culmine en “La Síntesis O’Konor” de 2017, un disco que sumó una nueva camada a su ya gran base de seguidores.

Pantro, uno de los guitarristas de la banda, se refirió a La Síntesis como una fórmula que el tal O’Konor guarda, ambas son interrogantes a descubrir. En el álbum se puede notar un hilo conductor relacionado al final de una relación romántica, con dos imágenes muy vívidas dentro de la simbología: la espada, en representación de la destrucción, y el dormir, que puede ser tomado literal o como metáfora de actuar o dejar de actuar en torno a algo. Todo queda a la interpretación de quien escucha.

Uno de los méritos que tiene la banda en toda su discografía es el meta-significado, con canciones que dan lugar a diferentes emociones e interpretaciones de acuerdo al oyente y el momento que se encuentra. El tema que abre, ‘El Tesoro, ejemplifica esto. En la línea del álbum se podría decir que se retrata una relación que no da para más, que alguna vez fue linda, pero ahora es un tesoro que se hunde. Santiago Motorizado cuenta que la frase “depresión sin épica” fue inventada por la persona a la que se le dedica el tema y significa una depresión que es constante, cotidiana y no se debe a un hecho específico, por lo que es difícil de visualizar. Esa frase sintetiza este disco, a pesar de que la historia sea más clara y cinemática.

Las emociones que trae “La Síntesis O’Konor” se canalizan en ‘Ahora Imagino Cosas’, un himno a la ansiedad, la paranoia y la furia que generan los momentos de crisis, tanto personales como colectivas. En una instrumental frenética el protagonista imagina consecuencias negativas de la despedida, pero quiere enfrentarse a todo. El coraje llega en ‘La Noche Eterna’, el tema más romántico del disco, una balada donde busca recuperar lo perdido y recibir algo a cambio de la otra persona.

El mayor contraste se da entre la melancólica ‘Alguien Que Lo Merece’, la cual se puede ver como el mayor punto de resignación y aceptación del personaje de esta historia y la frenética y atmosférica ‘Las Luces’, un momento de furia y explosión dentro de la misma depresión sin épica mencionada previamente. Es por esto que el tema homónimo contiene un quiebre. Es una instrumental que suena como la introducción de una serie de fantasía y podría ser la introducción de esta nueva faceta personal, dado el dolor que siente por lo narrado en las dos canciones anteriores. Se entiende por esto la decisión de que esta sea la canción que inició mayormente los recitales de la gira, siguiendo a la clásica introducción de la banda, ‘El Magnetismo’, perteneciente a “La Dinastía Scorpio” de 2013.

El narrador se muestra especialmente en ‘Destrucción‘, una pieza movida y «»alegre»» donde confiesa que todo lo que le digan, esté bien o esté mal, lo destruye. Musicalmente continúa con elementos de canciones como ‘El Tesoro o ‘La Noche Eterna’, largas para lo que es el proyecto (alrededor de los cinco minutos) y con variaciones en la repetición. En ‘Excalibur su vaticinio se vuelve real: es destruido por lo que le dice la protagonista. Se relaciona con el título y en la simbología de la obra con la espada de Excalibur, del mito del Rey Arturo, y se da a entender que la herida es tan grande como si fuese hecha por dicha espada. Conecta con ‘El Mundo Extraño, la canción más psicodélica y densa, donde busca convencer a la otra persona, que ya superó la relación y encontró una nueva, de volver a estar juntos. Para esto incluso señala aspectos negativos de la nueva pareja, por más agarrados de los pelos que sean, como que nunca para de hablar. Se muestra al personaje principal volviendo a cometer errores y malos tratos, lo que lo lleva a darse cuenta de todos sus problemas y, finalmente, cambiar del todo.

El cierre del disco, ‘Fuego’, muestra que esta historia tiene un final triste. En el tema más electrónico, el protagonista dice que está mejor y ruega que no se duerma. Él se da cuenta qué va pasar con esa antigua relación, pero para nosotros el final es abierto, aunque se da a entender que todo terminó por su título como metáfora arrasadora.

Así cierra un proyecto donde El Mató muestra su calidad, no solo musical, con melodías tranquilas, pero directas y hasta por momentos incómodas, también en torno a la escritura de canciones y cómo se cuenta una historia. Se transmite muchísimo con muy pocas palabras, lo que genera identificación con muchas historias en muchos de los oyentes de la banda. Esto se lograba en sus obras anteriores, pero “La Sintesis O’Konor” pule este método y refuerza cada aspectos.

Entonces, ¿Qué es “La Síntesis O’Konor”?, creo que es ese tesoro que se está hundiendo, esa fórmula del amor que se va perdiendo a medida que la toxicidad entra y que la única forma de recuperar es salir del pozo y mejorar. Todo el universo depende de eso.

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