Con 20 años de carrera musical, “Jamez Manuel”, miembro de Zonora Point y con más de 15 álbumes, algunos de estudio y otros no tanto, se consolida como un ícono del rap chileno. Desde sus inicios en el underground y explorando diversas ramas, ha sabido mantenerse vigente en la escena. A lo largo de su trayectoria experimentó altos y bajos en el mainstream, pero en el ámbito underground su nombre siempre ha resonado en el inconsciente colectivo del melómano chileno. Como parte del mítico grupo de rap alternativo Zonora Point, es considerado uno de los raperos más visionarios y versátiles de la escena.
En el último año, ha colaborado con artistas como NCS Aravena de Cash Rules, Ober de Bouncy Boys Band y figuras destacadas del rap y trap chileno como Marlon Breeze y Ceaese, demostrando su constante relevancia y evolución musical.
Además de su trabajo como solista y con Zonora Point, fue un miembro clave del movimiento Neo Perreo, donde fue de los primeros que grabó con Tomasa del Real y tuvo un paso importante por los disruptivos Ryodan: “Artísticamente fue bueno, hicimos mucho, pero cometimos muchos errores. Muchos excesos también”. Sus inicios fueron en De Barro, dúo fundado junto a Lioz Prob, con quienes en 2005 sacaron su primer álbum: “Parto”, un trabajo que rompió con el rap tradicional chileno al centrarse en la vida cotidiana en lugar de consignas políticas o temas violentos. También formó parte del histórico proyecto F3P, un hito del rap alternativo, junto a Bronko Yotte, KSN FAM, Jonas Sanche, entre otros y fue miembro del cuarteto La Sede.
Hace casi un año, tuvimos la oportunidad de hablar con Jamez en una videollamada desde su casa, donde confesó haber grabado múltiples canciones e incluso haber convertido su hogar en sede de Ryodan. Ese día, con su recién pintado «chocolo rucia» —como él mismo describió su corte de pelo—, comenzó a hablarnos sobre lo que significa el Hip Hop para él, dando una mirada íntima y personal a su filosofía y a su trayectoria musical.
¿Qué es para ti De Barro?
De Barro fue un proyecto del colegio. El Lioz iba un curso más abajo que yo. Los profes le daban harta cabida al arte, había caleta de rockeros. En ese momento yo tocaba el bajo, me gustaba mucho el funk y la música negra, y gracias a eso conocí el Hip Hop. Éramos pocos raperos, así que con el Lioz empezamos a grabar, a rapear y a experimentar.
¿Cuál es el motivo de tus letras?
Me referencié mucho en lo que hacía 7 Notas y 7 Colores: hablar de la cotidianidad, fumar marihuana, comer tallarines, no tener pa’ pagar la luz. Mis letras hablan hueás honestas, son cosas cercanas, no alucinadas. Yo hablo de la cotidianidad, desde el lugar que me tocó. Y si ando en una época traspapelada y de hueveo, voy a hablar de eso. Si ando en una volá tranqui, mi música va a ser eso, no solo mi música, sino también las hueás que escucho, la ropa que visto. Yo estudié fotografía, tengo amigos graffiteros desde chico, mi música siempre ha sido una propuesta artística.
¿Dónde nace no seguir la norma de lo que representa el rap en Chile?
Ahora ando teñido de rucio con chocolo, se vienen un par que van a andar con ese flow. No sé si voy un paso más allá, pero me atrevo a mostrar las cosas antes. Me da alergia cuando todos andan haciendo lo mismo, cuando todos hacen lo mismo, sonando igual, me deja de interesar.
Conociste a Camilileazy un poco antes de irte a Buenos Aires a estudiar fotografía, quien más tarde se unió a De Barro, lo que dio origen a Zonora Point. ¿Cómo se fueron entrelazando estos encuentros para darle vida a sus primeros proyectos «Masturbación en Familia» y «Xprez«?
En nuestro disco metimos en las tornas a DJ Dacel, que estaba en FDA. Una leyenda del Hip Hop. Gracias a eso la escena hiphopera en Chile cachó que existíamos. Después metimos al Camilo, hicimos la ZP, pero seguíamos siendo los bichos raros. Nosotros inventamos nuestra volá, hacíamos nuestras fiestas con la música que nos gustaba.
¿Por qué consideras que eran los «bichos raros»?
El 2005 ya escuchábamos reggaetón, no éramos puristas del Hip Hop, éramos los odiados. Mientras nosotros hablábamos de la vida misma, los otros batallaban entre ellos. Mezclar tendencias, mezclar arte, hacerse un mohicano, hacer reggaetón, no las inventamos, pero las mostramos en un país conservador como Chile.
En 2015, con la Zonora Point se fueron a México, participaron en el festival Vive Latino y lanzaron el disco “Neon” con el productor francés King Doudou. ¿Qué me dices de tu lazo con él?
Sí, po’, ese disco lo hicimos en México con el King Doudou. Le produjo ‘Negro’ a J Balvin, ‘Fiebre’ a Bad Gyal. Es un hueón conectadísimo con la industria. Eso me confirma que la búsqueda que teníamos, y con la gente que estábamos, tan mal y equivocados no estábamos, y la verdad nos enorgullece. Hicimos trap desde sus inicios, por eso me parece raro que algunos nos quieran borrar de la historia de él.
Ignacio Molina escribió un libro sobre la historia del Trap Chileno, y Zonora Point no está mencionado en él. ¿Sientes que eso los invisibiliza en la escena?
Si tú vay a contar la historia, no te la podí’ saltar. Estoy súper desagradado con que nos hayan omitido. Zonora Point debería estar establecido en Chile, no sólo como parte del trap, sino como un grupo legendario del Hip Hop alternativo. Dejamos una marca. Hicimos F3P, el Camilo estuvo en la Habitación del Pánico, que era un proyecto muy rapero, pero estábamos en todas las escenas. Mientras pasaba eso, estábamos haciendo reggaetón al mismo tiempo. Después, o simultáneamente, también empezamos a hacer trap, y nadie nos habló pa’ salir en un libro donde salen caleta de amigos que empezaron con nosotros.
El rapero español Ellio Toffana dice en el documental “Barras” de Gallery Session: “Todas las tendencias se han juntado, creo que de repente el trap es rap. De repente el reggaetón también lo es” ¿Qué opinas de lo que dice Elio?
Todo eso es Hip Hop, si al final el cantante de reggaetón, el de trap pone el mismo DJ que el rapero y se pone a cantar. Da lo mismo el ritmo, todos los hueones son raperos, pasa que en Chile son tan ariscos que todos se camisetean. Es un estilo de vida, pa’ mi es juntarme con un amigo a tomar algo, fumar algo y escuchar Hip Hop, o lo que pinte.
A un año de nuestra última entrevista, volvimos a hablar con Jamez Manuel.
Mirando hacia atrás, has pasado por varios géneros como reggaetón, trap, plugg, dembow y rap. ¿Cómo definirías tu música ahora?
He probado de todo, pero ahora estoy volviendo a lo que hacía cuando empecé: rap sin autotune. Aunque estéticamente es parecido a mis inicios, las letras de ahora me representan mucho más. Estoy haciendo la música que siempre quise hacer.
Estás súper activo y lanzando material todo el tiempo. ¿Cómo es tu método de trabajo?
Voy mucho al estudio. Al final de la semana ya tengo como cinco maquetas listas. No es música muy pensada, es más lo que fluye en el momento. A veces acierto, otras veces no. Ahora estoy concentrado en mi proyecto, y a fin de año saco mi disco “Full Special”.
¿Qué has estado escuchando últimamente? ¿Qué hay en tu playlist?
Últimamente he escuchado poco, pero le he dado harto a KC and the Sunshine Band y Bee Gees, jajaja. De acá, la Bouncy Boys Band y obviamente a mis amigos, Marlon y Bronko.