El funk, blues, jazz y el soul convivieron juntos en Estados Unidos como herramientas de protesta y revolución de los afroamericanos. Fueron y son una forma de resistencia espiritual y preservación ancestral, producto por de una historia de esclavitud, segregación y colonialismo. A raíz de estas músicas, en diferentes partes del mundo se crearon movimientos que desafían el status de la visión occidental. De la misma forma que en África se batalla por la liberación de la corona europea y en el mundo árabe se combate por la liberación de Palestina y la expulsión de los colonos sionistas, del otro lado del hemisferio, en Estados Unidos, se peleaba para frenar la propia maquinaria sangrienta del Tío Sam.
“Boscoe”, el único disco lanzado por esta (casi) desconocida banda de funk es un retrato de la furia que en Chicago se gestaba en los momentos más álgidos de la lucha por los derechos civiles. En sus estridentes trompetas se encuentra el grito de los afroamericanos por vivir en total paz lejos de la esclavitud y la segregación. Es un álbum que retumba con sus bajos de ímpetu amenazante e inolvidables baterías que cargan la fuerza impenetrable de su comunidad. El hecho de que este LP se haya mantenido como clásico de culto y aun así su mensaje e importancia social y cultural logró sobresalir a lo largo de los años es de los mayores aciertos que consiguió la banda.
Junto a otros grandes del funk y el soul de los 70, encontró un balance entre la polirritmia del funk y la dureza de las panteras negras, encontró en la visceralidad del soul un manuscrito sonoro que hace temblar la mal llamada tierra de la libertad. De esta manera nace en las calles de Chicago esta peculiar banda, olvidada para algunos y para muchos otros un tesoro escondido para todo fánatico de la música afroamericana.
En su maqueta sonora la banda mantiene crudeza en su vibrante ejecución, de una forma narrativa en su canto y otra más inmersiva en su estructura. Tenemos por ende varios momentos filosos en donde el groove y manejo de los bajos en el disco se solidifican en la atmósfera tenue y polvorienta. De esta manera cada trazo sonoro de este LP es único en su sentido, un manifiesto casi cartográfico chicaguense, pero unificado en su mensaje, desde el groovero ‘We Ain’t Free’ donde con su estructura multifacética la banda se centra en una frase concreta “Can’t you see we ain’t free” .
Esta frase es esencial para que se entienda lo que tanto significa la lucha de los afroamericanos. No es el hecho de que solo con la abolicion de la esclavitud y el fin de la segregación se manifieste una emancipación total, sino que no se puede hablar de paz sin antes mantener luz en que la lucha continua en todo su sentido para desafiar toda forma de opresión. Esto es un punto angular en la columna vertebral de este álbum debido a que ofrece un mapeo sobre lo que significa en la lucha afroamericana del antes y del ahora, la instrumentación se vuelve más apretada con énfasis en una catarsis colectiva apoyada por las voces más importantes de un movimiento social.
Boscoe en la vorágine narrativa que plantean sus instrumentos contrae en su naturaleza la fuerza vocal de sus integrantes. En la psicodelia de ‘He Keeps You’, cuyas texturas irreales se elevan conforme avanza la canción, el carisma de los integrantes se compagina de forma vertiginosa sonando como una perfecta noche en un bar de Chicago donde las panteras negras podían reposar en paz. La conmovedora balada de ‘I’m What You Need’ sirve como la última chispa de paz antes de la catástrofe, su arreglo instrumental tan apacible hace que suene a esperanza carcomida por el dolor pero mantenida entre cada persona. Esta noche que plantea Boscoe sirve como un anhelo de lo próximo, pero al mismo tiempo un recuerdo de lo que rodea la cultura y como esta sirve como una resistencia colectiva.
Líricamente Boscoe no se queda atrás en ofrecer artilugios vocales que sirvan como censo del estado racial chicaguense. Además, difunde su propia filosofía en cuanto al estado en el que Estados Unidos se gestaba con su brutal hegemonía y supremacía blanca. Lo más llamativo en términos líricos es que la banda mantiene un ente claro en cuanto a lo que significa su liberación y esto es mejor que lo expliquen ellos mismos en el cierre:
War is the precedent of peace
We must go to war
La guerra es un precedente de la paz
Debemos ir a la guerra
Now and Den
La poesía junto a los momentos estridentes hacen que el disco esté en completa armonía con el ADN de la música afroamericana y en esa sangre está clavada el pecado blanco que reposa en EE.UU. Boscoe no sólo logró darle luz a las voces silenciadas del pasado sino que logró enriquecer con picardía, fuerza y determinación la lucha que desde un inicio fue decolonial.
Malcolm is dead because of what he said
And we didn’t wanna listen
Cause we were too busy kissing
Kissing somebody’s ass
Cause we forget about the past
But we ain’t worry
¡No! We ain’t worry!
Cause we will free Africa, for all of us
Writin’ On The Wall
Boscoe no era raro en un contexto con artistas de soul como Curtis Mayfield, con su forma tan modesta de relatar los problemas sociales de Estados Unidos, y de funk como Funkadelic y la áspera y satírica forma en la que retrataban las injusticias raciales del país del águila. Un común denominador de estos dos ejes es el que Boscoe utilizó. Una misma filosofía en su estado puro en donde no se busca lo mínimo o lo aceptable en sus sistemas de opresión, sino que se trata de una lucha constante hasta abolir el sistema que promueve esas prácticas.
Do you think the brothers will let you get away with it
If slavery isn’t so bad do you think we’ll still with it?
If I Had My Way
Según Marcus Garvey (principal fundador del panafricanismo) la lucha por la liberación de África y todo ser humano de origen negro estaba conectado a una reconstruccion identitaria y espiritual en su lucha contra el colonialismo en todas sus formas. Esto a su vez hizo que los afroamericanos pudieran reconstruir su identidad racial y construir un mejor mañana, el hecho de que Boscoe usó como portada los colores de la bandera panafricana hace que su testamento de lucha se vuelva más condescendiente e históricamente importante y de una forma logra inmortalizar el legado de la banda en una sola imagen. Los Boscoe tuvieron en su espalda los símbolos panafricanos que sirvieron como agua bendita para alimentar la sagrada lucha en contra del colonialismo.
En los rincones de Chicago se escucharon los gritos de Angela Davis, los discursos de Kwane Ture, la filosa lengua de Malcolm X y las voces de áfrica que gritaban «LIBERTAD«. ¿Qué queda cuando la maquinaria se agota y su propia fuente de muerte queda a la intemperie? Esta pregunta acompañó a Boscoe en los 70 y nos acompañará a nosotros hasta el fin del imperialismo, mientras tanto bailemos al lado de la esencia afro y luchemos hasta el fin.
«Our grandfathers had to run, run, run. My generation’s out of breath. We ain’t running no more«
“Nuestros abuelos tuvieron que correr, correr, correr. Mi generación se quedó sin aliento. No vamos a correr más”
-Kwame Ture