Al ver la guía Pantone no hay posibilidad de indiferencia. Sea fascinación o extrañamiento, la existencia de un glosario donde todos los colores de la naturaleza están estudiados y expuestos bajo una geometría ordenadora, sí o sí algo despierta. El mejor house puede dar esa sensación de pokédex de sonidos a través de su forma única de secuenciar samples totalmente alienados de su contexto original. “Topical Dancer” se balancea sobre esa forma mecánica de construir la música de la manera más grácil posible, en una escalada espalda con espalda entre lo calculado y lo espontáneo.
Es la música que sonaría en los lugares en los que nos gustaría estar. Lo -cool-, que es la vieja nueva bohemia, siempre está en peligro de extinción, devorado por las poses y los éxitos ya comprobados. Sin embargo Charlotte Adigéry & Bolis Pupul, de la insospechada Bélgica, son autenticamente cool. Son fríos, son calientes. Exageran lo justo. Su primer álbum, tanto juntos como separados, es una referencia única del 2022. Una de esas obras que pueden convertirse fácilmente en una zona de confort para el escucha.
Pulso a pulso procrean ambientes. Microdancing apalabrado en frases simples no tan simples. Charlotte, que usa toda su habilidad vocal para sonar monocorde, maneja una escritura inteligente:
Go back to your country
Blenda
Where you belong»
Siri, can you tell me
Where I belong?
Quizás la mejor forma de denuncia artística: Sarcástica, empatizable, creativa. La combinación entre su performance es intocable y con ella accede, en un contexto bailable, a hablar de racismo, sexismo y hasta fanatismo transmitiendo la experiencia real. Es dialéctica constante: moderno y atemporal.
«Topical Dancer» como álbum logra tantas cosas que, incluso con su perfil bajo y la reducida audiencia melómana que puede buscar algo de este estilo, cuadra entre lo más memorable y, a la vez, disfrutable del presente.