Dentro de la conducta absurdamente impredecible que depara a internet y su consumo insaciable de información, pareciera ser que el tener la capacidad de controlar y predecir su comportamiento es la herramienta definitiva para la consolidación de cualquier artista. Lo cual muchos consumidores y creadores, tienden a confundir con mantener las redes sociales activas y estar al tanto del nuevo trend de Tik Tok (lo cual también suma a la ecuación), realmente en profundidad, resulta una fórmula más complicada de controlar, ya que a estas alturas, internet mantiene su propio lenguaje y reglas desligadas de la realidad.
Bajo esta lógica, Princesa Alba y su disco debut, son la representación ideal de cómo se debe entender la lógica de internet, y usar esa misma herramienta como principal atractivo para la presentación de un producto. Desde su portada inundada en un rojo fuerte, Princesa Alba demostrando su confianza en sí mísma y su cuerpo, y el mismo nombre del disco, demuestran una evidente hipérbole de los temas y discusiones que rodean cotidianamente las redes sociales, desde el ‘self love’, la cultura del ‘MUA’, la estética de colores sobresaturados o el juego coqueto que roza entre la ternura y lo atrevido, como una especie de ‘Oops!.. I Did it Again‘ del 2021.
Lo cual es sumamente interesante no solamente porque es una carta de presentación que se va repitiendo durante todo el desarrollo del disco, sino que también es un ejercicio lírico envuelto en una explosión de sonidos variados, que suenan tan a 2021 como a la década del 2000, siendo las influencias tan variadas que podemos saltar a Justin Timberlake con las Spice Girls, a clásicos del Reggaetón o hasta el futurismo pop de Charli XCX. Lo cual hace mucho sentido con los invitados presentes dentro del disco, ya que artistas como Ms Nina, Duda Beat o Pimp Flaco son justamente partidarios y visionarios de la estética de internet que se viene conformando desde hace unos años en la escena hispanohablante, la cual con “Besitos, cuídate” cada vez toma más fuerza y sentido como una realidad palpable.