Fotografías: Nadia Guzmán.
Que sorpresa para el mundo cuando, en 2005, aquella reunión de la formación original de la mítica banda de culto Dinosaur Jr, padres fundadores del grunge y el shoegaze en partes iguales, duró más de lo que se esperaba sin que la dinámica complicada de los geniales Lou Barlow y J Mascis haga implosionar otra vez el proyecto. También fue una sorpresa cuando en 2012 anunciaron su primera presentación en el país con esa misma formación, con el grandísimo “I Bet on Sky” en el legendario Teatro Flores. Uno creería que ya no habría lugar para sorpresas en el canon de esta banda que ya lo hizo todo, pero no.
Fue efectivamente sorpresivo cuando, tras unas semanas del anuncio chileno, se confirmaron los rumores: estos héroes del indie volverían al país austral después de 12 años y sin realmente tener ningún material discográfico novedoso que presentar. Y así fue como, después de una espectacularmente caótica apertura del trío punk marplatense Las Tussi, a horario y sin mucho preámbulo, se subieron al escenario estos tres muchachos ya no tan muchachos.
Bueno, sin mucho preámbulo no. Alguien tuvo que levantar esa pared de seis cajas y tres cabezales Marshall que estuvieron detrás del virtuoso Mascis junto con sus dos hachas de guerrilla sónica, sus guitarras jazzmaster, y también los combos Fender que usaba frente suyo pura y exclusivamente para monitorearse. También alguien le dejó a un costado algo que parecía un whiskey. Está bien, esos son los requisitos para poder ver a uno de los 100 mejores guitarristas de la historia hacer lo suyo supongo.
Todo comenzó con la lenta y contemplativa ‘Thumb’, un llamado al público para que comprueben que eso efectivamente era real y se preparen para todo lo que estaba por venir. no se hizo esperar, el segundo tema fue la fabulosa ‘In A Jar’, con el cual se abrió el pogo al instante y la gente mosheó como si no hubiera mañana. Lo que a eso siguió, en definitiva, fue un recorrido por su inigualable trayectoria. Por supuesto, presentando algunos bellos temas de su último disco, “Sweep it into Space”, pero con un gran repaso de los highlights de su discografía. Desde los himnos como ‘Feel the Pain’ hasta las abrasivas turbinas de avión de ‘Little Fury Things’ y ‘Freak Scene’, pasando por las canciones frenéticas, pero relajadas, que tanto caracterizan al grupo como ‘Kracked’ y ‘The Lung’ (a pedido del público), cerrando maravillosamente con su ya clásica pero violenta reversión de The Cure, ‘Just Like Heaven’.
Y así de maravilloso como fue para nosotros, los fans, también lo fue para ellos. A pesar de su actitud slacker desinteresada por todo, Mascis no pudo ocultar su satisfacción con la efusividad del público argentino, acercándose constantemente al borde del escenario para dedicar sus solos a la afición, quienes coreaban sus melódicos riffs como si fuesen canciones de cancha, enloqueciendo y alabandolo por su condición de guitar hero. Lou Barlow estaba cebado (pun intended), moviéndose de un lado a otro con su esponjosa melena y su forma peculiar de tocar, llegando incluso a tener su momento de cántico personal, y Murph, a pesar de comenzar con algunos problemas con el monitoreo, demostró con su precisión y efectividad porque es la base rítmica que guía la marcha de aniquilación sonora total de este icónico trío originario de Amherst, Massachusetts.
Otra cosa que cabe destacar de esta venida al país de la banda fue el amplio choque (o cruce) generacional que se dió en el público. Allí estuvieron, firmes, aquellos chicos grunge de los años 80 y 90 que encontraron refugio en este engendro indie-hardcore-country, y también aquellos millennials que pudieron ver la coronación de gloria de Él Mató a un Policía Motorizado dejando el escenario incendiado para la subida de Mascis y compañía en 2012. también se vió a una camada de jóvenes de la nueva generación que, aunque descubrieron a la banda a través del streaming, ya como un hito establecido de la historia del rock en general, trajeron una nueva energía, ya que encuentran en Dinosaur Jr a uno de los pilares fundacionales de la nueva camada de bandas emergentes de nuestro país.
Es increíble pensar que una banda nacida en los 80, que supo estar vetada de todos los venues locales por aterrorizar con su country destructor de timpanos, sigue generando tantos sentimientos para miles de fans alrededor del mundo. A pesar de que muchos aseguran que no sonó tan fuerte como en Flores en 2012, muchos salimos del show de Dinosaur Jr en el Complejo C Art Media deseando haber llevado tapones, pero extasiados tras la explosiva y aplastante demostración de noise que solo una banda con semejante status de culto puede dar.