Fermín Carpena: el pulso guitarrero detrás de Vinocio

Fermín Carpena, líder de su propio cuarteto y parte de Colectivo Obligado, repasa sus primeros acercamientos a la guitarra y la manera en que construyó una relación propia con la música.

Sus inicios en la música fueron en su casa con Jimi Hendrix y los Red Hot Chili Peppers, sus “héroes guitarristicos”. Se formó a base de rock y blues desde pibe y fue formando su sonido. Su acercamiento al jazz fue de más grande conociendo a los músicos que lo marcaron, como Wes Montgomery y Ahmad Jamal entre otros. Estudió en el Conservatorio, donde conoció a quienes integran el quinteto de jazz más popular actualmente en Buenos Aires: Vinocio.

La música del grupo busca romper con el estigma de que el jazz es música de “nicho” o que es compleja de digerir. El grupo ha logrado conjugar elementos del soul y el jazz buscando generar una sensación de relax y disfrute. Junto a Lucio Memi, han conformado uno de los grupos instrumentales (aunque tienen temas cantados) más populares de los últimos años. Siempre con una impronta popular tocando en plazas, estaciones de subte, calles, buscando el acercamiento con la gente común y de tener una excusa para estar juntos disfrutando de la música.

Sus canciones no tienen pretensiones, como han dicho anteriormente, “queremos que la gente la pase bien” (Iñaki Duran, 2021). Su sonido fue mutando a lo largo del tiempo. Empezaron haciendo beats influenciados por productores como J Dilla y Kiefer, y mutaron a una proyección más de banda en vivo, reminiscente a lo que hizo D´Angelo con «Voodoo«. Un sonido seco, grabado a cinta, con pocos elementos y un groove que une todo. 

El misterio y el secreto son una de las claves para que Vinocio se diferencie tanto. En una actualidad donde los artistas se ven obligados a hacer presencia en redes para meramente existir en el ojo popular, ellos se alejan de esta idea. Son perfil bajo, no publican historias usualmente y más importante, nunca sabes que están haciendo. Y así nace también la idea de armar un colectivo: Obligado (se llama así porque surge en una casa que tenían en Vuelta de Obligado). Recientemente empezaron a tocar en Niceto con una impronta diferente. No se sabe quién va a tocar ese día. Este concepto aporta ese misterio y ese interés genuino del oyente, porque no sabe que se va a encontrar. El colectivo está formado por Vinicio, Chinwezz, Lnt. Noire, 442 Trío, entre otros grupos. La característica que los une es que una búsqueda va por el lado del groove y lo vintage.

Cada disco de Vinocio evoluciona a algo diferente, un mejunje de géneros, ideas y conceptos. En una canción Juan Duque toca el saxo, en otra canta, en otra hay un intervalo de percusión. Es una constante búsqueda por hacer algo diferente. Vinocio rompe con las lógicas algorítmicas y busca formar algo genuino. Que un público haga pogo con una melodía de saxo es algo histórico sin dudas.

Una de las razones de esta conexión del público con el grupo es la honestidad y lo genuino. Se ve desde afuera, que son un grupo de amigos que hace música. La pasan bien, se toman unas birras, se divierten, mientras trabajan. Esa energía genuina no solo que acerca al público, porque ve algo que va más allá de lo que uno ve por una red social, sino que también conecta a través de la emoción. Vos ves a los pibes mientras tocan un interludio rítmico riendo, disfrutando el momento, y eso genera una conexión. 

Por otro lado, Fermín recientemente, sacó su primer disco como líder llamado «Quartet!» que evoca un jazz clásico en formato cuarteto. Acompañado de Ornella Contreras en piano, Ivan Chapuis en contrabajo y Matias Crouzeilles en batería (Sergio Wagner se suma circunstancialmente con su trompeta), cuenta con 3 temas propios y 2 covers. El disco tiene claras influencias de Grant Green en su forma de tocar. Luego tenemos ‘Falling in Love with Love‘, una versión del tema para la comedia musical «The Boys from Syracuse«, que cuenta con la participación de Sergio Wagner en la melodía. Después viene ‘Sabueso‘, mi tema favorito, un tema rápido, con una melodía que pisa por sobre los acordes como en ‘Mr. P.C.‘ de John Coltrane. La búsqueda del disco fue de ir por un sonido de jazz tradicional y de poder grabar sus composiciones con un verdadero dream team del género en Argentina.

¿Cómo se empezó a gestar lo que hoy es Vinocio?

Vinocio empezó cuándo lo conocí a Lucio, hace como 6 años por el skate. En ese momento, yo estaba muy enfocado en el conservatorio y era un poco cerrado. Cuando él se mudó cerca de mi casa, empezamos a juntarnos más. Él comenzó a estudiar piano y de a poco empezamos a hacer música juntos. 

¿Había algún objetivo al hacer música?

Era un pasatiempo, bastante lúdico. En esa época trabajábamos juntos en un restaurant y era una forma de escaparle al laburo. Salía mucho de jugar, haciendo beats. Tratábamos de imitar los sonidos de la música que escuchábamos.

En esa época del conservatorio, ¿qué escuchabas?

Solo escuchaba jazz. Estaba en la idea de querer profesionalizarme y ser el mejor. Lo que me hizo bien fue juntarme con Lucio y otros amigos, y empecé a escuchar otras cosas como Erykah Badu, D’Angelo y Robert Glasper, saliendo un poco del jazz tradicional.

¿El equilibrio entre tu formación académica y el enfoque intuitivo de Lucio enriquece la música?

Totalmente. A veces los grupos se ponen muy cargados de data y acordes, y caen en la «ñoñada». Nosotros buscamos más el groove. Es gracioso, porque aunque yo tengo formación, soy más «loopero», y Lucio, desde la intuición, ha hecho temas y letras increíbles, como algunos de los hits de la banda.

Previo al jazz, ¿qué escuchabas?

Me gustaba mucho Led Zeppelin, Jimi Hendrix; tenía héroes guitarrísticos. Escuchaba funk, soul, neo soul. No era tan «datero».

¿Cómo volvés a las bases en tu forma de tocar?

A veces me cuesta. Estoy tan acostumbrado a los cambios de jazz que tocó muchas notas. A veces en un ensayo me doy cuenta y digo «voy a tocar algo más sentido», y suena mejor. Está bueno volver a lo simple.

¿Cómo fue la composición del disco «Descarte«?

Fue en la época que laburamos juntos. Yo tenía un montón de temas grabados con baterías MIDI, me gustaba J Dilla, Kiefer. Combinamos canciones de cada uno; él tenía grabaciones más crudas. Fue un rejunte de material que no sabíamos qué hacer con él, así que lo subimos «y ya fue», para empezar a agitar el avispero.

¿Grabaron la batería de ‘Lungo’ de Café Tortoni con un Samsung?

Sí (risas). Lo hicimos con el celular. Ese disco lo hicimos con una impronta muy lo-fi a propósito porque no teníamos estudio. Aprovechamos y le dimos esa estética de sonido «cagado a palos».

Cada disco conlleva unas enseñanzas y errores a no repetir en futuros proyectos. ¿Cómo fue el proceso de “Tostados”?

Este disco para mí tiene más elementos, tiene más capas, más producción encima. Capaz, la grabación es medio parecida, pero también hay más tirada en vivo de grabada. Por ejemplo en ‘Favela‘, la batería está todo grabado de una y en ‘Monykah‘ es un loop. Yo creo que eso cambió y aprendimos a hacerlo más en vivo. Nos pusimos más a zapar y grabar la toma entera. Darle más importancia a mezclar más, de igual manera, este disco también fue casero. A mi, el disco que más me gusta es «Horizonte» porque ese disco de repente lo grabamos en un estudio y no hay nada intervenido y es la mezcla como salió la zapada. En términos de calidad de audio para mi es el mejor disco y me gusta mucho la estética. 

Don Blackman empieza con un ritmo afrocubano en la batería. Una vez hicieron ese tema pero chacarera. ¿Cómo surgen ese tipo de arreglos? 

Ese tema lo hizo Lucio, lo habíamos pasado un par de veces. Armamos ahí la primera parte, yo le agregue ese ritmo afro en la batería y el después zapó esa parte. Después, me dijo que tenía esta otra parte y ahí tocamos más disco y después pinto unirlo, no recuerdo exacto porque fue hace mucho. Lucio venía de hacer temas que la parte A y B sean radicalmente diferentes y unirlas.

¿Cómo fue abrirle a Amaro Freitas?

Lo de Amaro estuvo increíble. En realidad no lo conocía, y me convocaron para abrirle al show y dije de una, va a estar bueno. Aunque fue breve, estuvo bueno el show porque aproveche para hacer nuevos temas. Mi idea es meterme en un estudio y así como saque este disco “Quartet!”, sacar uno que sea Trío y jugar con los formatos y aprovechar para seguir grabando.

A la hora de componer para tu disco, ¿es distinto el enfoque que en tus otros proyectos?

No, yo creo que no. Vos podes hacer lo que quieras a la hora de componer jazz, si que, como yo hago algo más parecido al jazz tradicional, hay ciertas reglas a seguir. Me gusta hacer temas simples con una estructura simple sin enroscarme. Y a la hora de componer para Vinocio por ahí no pensas tanto en eso sino que es más lírico el enfoque.

En la movida en general, se está volviendo cada vez más masivo estos estilos que derivan más del jazz. ¿Qué opinas?

Total. Yo creo lo mismo, el jazz creció mucho en Argentina particularmente. He tenido profesores que son de una generación anterior a nosotros, y me han contado que tocaban jazz y no iba nadie tipo tocaban para el bar vacío o para dos personas. Ahora, siento que cambio el consumo como que hoy en día podes tocar en un club de jazz y se llena. Entró mucho más en nuestro consumo. A nivel mundial, de repente el jazz se pegó, como grupos más modernos ejemplo Snarky Puppy, Kamasi Washington o Robert Glasper, son artistas que a través del Hip Hop, que es un género más inclusivo, lo mezclo con jazz que es más de nicho. Al pegar ese tipo de grupos hace que la gente entre mas a ese género y lo saca de ese lugar intelectual asociado a esa música.

¿Cómo te llevás con las redes sociales?

Tuve una etapa en la que subía videos seguidos, pero ahora ya lo mandé a la mierda. Uno se re expone y es una plataforma que solo te muestra el éxito del otro constantemente. Es agotador.

¿Qué discos estás escuchando últimamente?

Mucho Charly García, «Clics Modernos«, «Filosofía Barata y Zapatos de Goma«, también Babasónicos, «Trance Zomba» y uno de Fathead Newman, un saxofonista que tocaba con Ray Charles.

Si tuvieras que armar una banda ideal…

Pondría a Christian McBride y a Herbie Hancock. O directamente al Vinicio quinteto.

Nombra 5 discos que te marcaron.

«The Incredible Jazz Guitar» de Wes Montgomery, «Led Zeppelin IV«, «Clics Modernos«, «By the Way» de los Red Hot Chili Peppers y «Live at the Pershing» de Ahmad Jamal o el primero de Tame Impala, «Innerspeaker«, que me inspiró a grabar solo.

Playlist con material donde intervino Fermín.

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