Si hay una frase hecha cuando algunas figuras hablan de La Portuaria es que “eran otra cosa”. Lo que en cualquier otro caso debería ser un desastre y una ensalada inconexa, en las manos de Christian Basso, Diego Frenkel y Sebastián Schachtel (junto a acompañantes de lujo entre los que contar a Fernando Samalea y Axel Krygier) resulta en una bomba musical, una fuente de mil sabores para moverse y sentir y, lo más impredecible de todo, una máquina de hits (Selva, El Bar de la Calle Rodney, 10.000 Kms, Nada es Igual, Baby, entre otros).
Surgidos de las cenizas de Clap (1986) y habiendo participado de formaciones irrisoriamente notorias como Fricción (Gustavo Cerati, Richard Coleman) o la banda soporte de Charly García, Las Ligas (Andres Calamaro, Daniel Melingo), La Portuaria comienza como una banda de veteranos de 25 años de edad sabiendo que lo que quieren es explorar la música y saber no encasillarse.
Cierta heterodoxia en el experimento los llevó a ser encasillados entre el jazz, el reggae, el funk, y hasta algunos atrevidos los metieron entre la world music por incluir ritmos latinos e influencias de la bossa nova (trabajar con David Byrne no ayuda a esa reputación); como convive todo esto cuando las épocas los vieron tomar elementos tanto de la new wave y el post-punk como del country y el folklore es parte del misterio. Hay un hilo conductor en el ritmo, el movimiento, la liberación de energía. No se sabe en donde están, pero querés que te lleven.
En este marco, la banda reúne tal vez a su formación más completa sumando a todos los mencionados anteriormente a Alejando Terán y Adi Azicri, junto a varios invitados de lujo celebrando la edición del álbum en vivo Navegar es Preciso. La cita es este sábado 31 de mayo en Makena Cantina Club (Fitz Roy 1519, CABA).
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