En medio de una sala de clases en Santiago, imparte su cátedra de lenguaje. Quizás no sigue del todo los métodos tradicionales de enseñanza, acostumbra retar o alzar la voz ante un mal comportamiento; simplemente está en su esencia. Así estaba Bronko Yotte hace casi 10 años. En ese momento, la música, que quizás era solo un hobby, comenzaba a tomar fuerza, transformándose poco a poco en su principal proyecto de vida.
En el estreno de su disco “Profe”, Bronko Yotte trazó un paralelismo entre educar y hacer música. Según sus propias palabras, en ambos casos puedes verte obligado a gritar, aunque no sea la intención, con tal de lograr relevancia y captar la atención de tus alumnos o de tu audiencia. Así, planteó una lucha contra el ruido en la sala de clases y contra el exceso de estímulos y datos que caracteriza a la industria musical.
Bronko estaba en el estudio cuando conoció a Didgo, co-productor de su último álbum y también profesor. Juntos, a partir de samples, comenzaron a explorar esta batalla por la relevancia: hacer música sin la necesidad de gritarle al mundo. Un sonido despojado de pretensiones, enfocado únicamente en crear lo que les gusta y en dar forma a lo que ellos mismos quieren escuchar.
“Empecé haciendo ruido con el corazón dormido / casi puesto y olvido mi nombre y apellido”, así comienza ‘Columbo’, la canción que abre el álbum. Desde la primera barra, Bronko parece anticipar lo que será “Profe”: “Lo que sigue importando es la obra que está en mis manos”. Con estas palabras, reafirma su batalla contra la relevancia forzada, cuestionando la necesidad de tomar atajos —como adelantarse por la berma— o recurrir al autobombo para destacar.
La proximidad con la que Bronko aborda su sonoridad es fundamental para comprender su obra. Su lírica, cargada de referencias y experiencias personales, interpela al oyente, otorgándole a su música un carácter significativo. Así, logra resonar con quien la escucha, incluso sin la intención explícita de hacerlo.
En ‘Yeti’, Bronko Yotte canta: “Corriendo eternamente como el Niuppi”, en referencia al equipo incansable de “Súper Campeones”, siempre intentando hasta el final. Esa misma energía está en “Profe”, un disco que es como un gran partido: más allá de ganar o perder, lo importante es lo que ocurre en la cancha, donde el esfuerzo compartido lo es todo. Al mismo tiempo, el álbum encuentra su equilibrio en la calma, evocando momentos de relajo como los de “Snoopy y sus amigos”, un contraste entre acción y tranquilidad, según las mismas barras de Bronko.
Al igual que en discos como “Fuero Interno”, “Gala” y “Con eso lo digo todo”, “Profe” reafirma la habilidad de Bronko para ser un “busquilla”, como se dice en Chile, con un diggin’ único que lo conecta con múltiples microescenas. Eso es Bronko Yotte: el profesor que busca sacar el máximo potencial de cada persona.
Tal como dice el primer track, “hacerlo con el resto como en Selma”, en referencia a la película, donde se demuestra que los logros colectivos más significativos nacen de la colaboración y la unión de diversas voces. En “Selma”, el trabajo conjunto entre líderes, comunidades y aliados externos resulta fundamental para derribar las barreras de la injusticia racial y alcanzar cambios históricos, como la promulgación de la Ley de Derecho al Voto de 1965. Esta misma noción de trabajo en conjunto resuena profundamente en la música de Bronko, quien, desde sus primeros proyectos, se ha destacado por su capacidad de crear arte colaborativo, siempre en busca de algo más grande que la expresión individual.
Entre los colaboradores de este proyecto, Bronko Yotte reúne una amalgama única de artistas, uniendo mundos aparentemente distantes bajo su visión. Desde Camila Gallardo, una de las cantantes pop más reconocidas de Chile, hasta Jamez Manuel, figura clave del underground y su colaborador más frecuente, Bronko demuestra su capacidad para conectar diferentes universos musicales. A esto se suma a la cantante popular Catalina Plaza, el talento emergente de los raperos 22ruzz, Douglass y Aura Bae y un cierre en una melódica canción de indie pop con Futness
Entiende la música como una clase simétrica, donde tanto él como sus colaboradores aprenden del otro, nutriendo el proceso creativo. Y allí radica la importancia de su sonido: en el compartir. Esa parece ser para él la verdadera relevancia de su arte, como la de un profesor en su aula: aprender juntos.
En un mundo saturado de sonidos, Bronko hace ruido de manera única. Es uno más entre miles de artistas que crean música en esta década, pero se planta frente a la industria con una propuesta que, sin buscarlo, resuena. Su esencia es lo que hace vibrar a quien lo escucha, porque “Profe” nace desde la sensibilidad y la honestidad, impregnando cada canción con una autenticidad que trasciende.
