Luego de publicar su cuarto disco de estudio el 2016, el fresco proyecto musical de Borderline gozó de menos apariciones públicas de las acostumbradas. Diversos contratiempos, tanto para la banda en sí, como para sus integrantes, orillaron a un grado de silencio obligado al grupo, del que sólo empezamos a ver luces ante un par de gritos en el inminente estallido social chileno. Hasta ahora.
Con formación renovada, el pasado 30 de septiembre Borderline publicó «Híbrido«, un disco construido en conjunto con su colaborador habitual Gran Rah, puentealtino que es fácilmente uno de los nombres más importantes del rap nacional. De esta mezcla surgen 13 tracks que se hacen cargo del tiempo transcurrido, no sólo por afrontar los demonios que los han atormentado a nivel personal, sino también aprovechando de repasar la podredumbre evidenciada en la política de tiempos recientes.
Con la química de quien trabajo con sus amigos, El Tipo y su tocayo Gran Rah se compenetran en un estilo de escritura jocoso y deslenguado que, aunque a veces podría sentirse excesivo, logra llenar de contenido un disco con espíritu exhibicionista, donde cada barra es oportunidad de lucir una aliteración, un juego de palabras, un doble tempo desbocado o un delivery animal.
El apartado sonoro viene de la mano de la producción de Dieguelz, quien desafía al oyente y a sus emcees con ritmos altos en floritura y difíciles de abordar, mostrando una alta complicidad con el resto del equipo. Por lo mismo, experimentos como el bachateo de ‘Tóxico Amor’ o el merenguetón-dosmilero revival de ‘Merengazo’, se convierten en pasajes de lo más innovadores del rap latinoamericano reciente, sazonado por la impecable masterización de Jestein Ritmos y las acertadísimas colaboraciones de EnSecreto, Flor de Rap, Said Menay, entre otros.