El tango esencial de Horacio Salgán y su Orquesta Típica

En uno de los primeros encuentros entre el tango y el formato LP, en 1957, el pianista más admirado del género despachó una joya de colección junto a su Orquesta Típica y la voz de Edmundo Rivero, uno de los tantos referentes que Salgán descubrió.

Horacio Salgán supo ser no sólo uno de los grandes exponentes del tango, sino también un indiscutible personaje de transición y de fundamental importancia para la gestación de lo que hoy conocemos como tango moderno. Sus formaciones principales fueron su orquesta típica, el Quinteto Real y el dúo Salgán-De Lío. En todas ellas se desempeñó como pianista, director, arreglador y compositor. Las grabaciones oficiales con su primera formación, la orquesta típica, comienzan en 1950, época en la cual el formato más común de vinilos era el single. De esta manera, por cada disco, una orquesta podía grabar dos canciones.  

En 1957 Salgán tiene por primera vez la posibilidad de grabar, en colaboración con el ya consagrado Edmundo Rivero, un LP de ocho canciones. Esto le da a su música mucho más tiempo para desarrollarse. Aparecen nuevas posibilidades y parámetros a tener en cuenta, imposibles en el formato simple. 

La primera sorpresa aparece en la tercera pista, el antiguo tango ‘Flores Negras’, de Francisco De Caro. Salgán elige expresar este tango con un carácter tranquilo e introspectivo. Para ello, decide que el ritmo, el pulso de la música, sea lento, impredecible y particularmente inestable. No es este último un dato menor, si tenemos en cuenta que el origen del tango está fuertemente arraigado y en constante diálogo con la danza, práctica que requiere (por lo menos para bailar tango como se acostumbra: improvisando y con desconocidos) de un ritmo marcado, predecible y relativamente constante.

El piano es el claro protagonista del momento y la orquesta lleva a cabo un fino trabajo de interacción con el mismo, denotando las clarísimas influencias jazzeras de las cuales Salgán siempre se hizo cargo. En esta interpretación también podemos apreciar con plenitud el sonido del clarinete bajo, instrumento que no formaba parte de los típicos en una orquesta de tango, pero que Horacio decide incluir. 

Dos pistas más adelante, Salgán nos regala una versión para piano solo de ‘La Cachila’ de Eduardo Arolas. Cuatro minutos del maestro solo al piano, dejando en evidencia su virtuosismo no pretencioso, su estilo pianístico único y nuevamente su afinidad con las sonoridades del jazz. Dicho “atrevimiento” de presentar un tango en piano solo, en el contexto de un disco de una orquesta típica, es consecuencia directa de estos nuevos parámetros que vienen incluidos con la posibilidad de grabar un disco de más de dos canciones. Es esta vía de comunicación la que Salgán pudo identificar y explotar. 

Por último, llegamos a la emblemática versión de ‘La Casita de mis Viejos’ de Juan Carlos Cobián. El jugo en esta versión está en la introducción, probablemente los dos minutos más “sampleables” de la discografía de Salgán y del tango en general. El piano y las cuerdas dialogan muy expresivamente. Nuevamente el ritmo indefinido. La sensación es la de un estatismo infinito, cuya entrada paulatina de los instrumentos va difuminando para dar pie a Edmundo Rivero: “Barrio tranquilo de mi ayer, en un triste atardecer a tu esquina vuelvo viejo”.  

Lamentablemente, Spotify está muy lejos de tener su sección de tango organizada. El disco mencionado, por ejemplo, no podremos encontrarlo allí. El caos entre artistas, discos, compositores, intérpretes es tal, que recomendamos buscar en dicha plataforma títulos específicos y no contar con ella como herramienta de investigación. Es común también encontrar artistas repetidos o información falsa. 

Del otro lado de la calle tenemos a Youtube, que, si bien no es una biblioteca recién estrenada, tiene nuestro querido disco entre sus videos y se presenta como una posibilidad mucho más accesible para cumplir con la cuota de melomanía necesaria sin informarse en vano. Basta con leer un poco los comentarios para que aparezca algún tanguero o tanguera con la data que nos esté faltando. 

Tango que me hiciste mal y que, sin embargo, quiero… 

Salud.

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