Santo Miletto, nacido al sur de Colombia, llegó a Bogotá en el año 2021 y, en su búsqueda por labrarse una carrera musical y darle forma a su sonido, se encontró con Tincho; ambos formarían una hermandad más allá del estudio y debutaron ese mismo año con el lanzamiento de su primer sencillo: ‘Misántropo’. Hoy, casi tres años después, llegan con un EP que prueba que el tiempo no corre en vano.
“CORAZÓN LOCOMOTORA”nos muestra a un Santo Miletto propositivo que destaca por su flexibilidad vocal, constante seguridad al rapear y siempre presente sensibilidad por su tierra y sus cercanos. A la par, desde la maquinaría de la locomotora, Tincho nos permite ser testigos de su evolución como beatmaker al lograr una ejecución que no se acomoda en los cánones traperos. El productor sobresale por incorporar múltiples capas sonoras, cohesionar y resaltar la voz de su colaborador y crear un viaje que sacude al género a la velocidad magnetizada del CR450.
Al escuchar trap, al menos en los escalones mainstream, solemos encontramos con proyectos que continúan recurriendo a lugares comunes de manera ya desvergonzada, entre ellos: beats genéricos que se repiten hasta el cansancio, voces tuneadas que no aportan mucho, hi-hats asfixiados y cantantes con tonalidades menores; es decir, nos topamos con un género tachable como “simple”. En “CORAZÓN LOCOMOTORA” la dupla logra crear cinco tracks que se salen de lo convencional y reinventan los elementos antes mencionados. La escucha de este EP es una experiencia que despierta el oído. La percusión del disco se encuentra en constante exploración. Los juegos sonoros propuestos por Tincho nos van transportando entre los picos y valles de la obra; cada track nos muestra los matices que pueden tener las tensiones y explosiones que caracterizan al trap.
Manito yo tengo el control,
EL FRENO NO SE TOCA
normal que me miren todo mi motor,
me pidan que siga, les hago el favor,
me muevo con Tincho te hicimos un gol,
me muevo a lo Leo te hicimos un gol
Santo Miletto se mide el pulso y se sitúa desde la distancia que le demanda centrarse en sí mismo y en su proyecto. Situarse en el presente y sentir el “sacrificio por el oficio que sé que me va a salvar”, como rapea en ‘LA FUENTE’, ha sido una constante a lo largo de su obra. Es consciente de que su viaje hace tiempo que se encuentra en marcha y que a cada momento avanza a un ritmo más y más acelerado, por eso siempre tiene un ojo puesto en el reloj: quiere aprovechar su tiempo, sacar mucha música, disfrutar a los suyos y gozar de los frutos de su trabajo. Sus barras no se proyectan a un futuro lejano, por medio de su narrativa se ha encargado de agarrar el presente entre pecho y espalda para ser así una persona que acciona en el ritmo frenético, pero siempre propositivo, del hoy.
El rapero también se ve sumergido en un sentimiento de soledad y distancia. Desde los cinco electrocardiogramas que componen el EP podemos ver a un artista que se aleja de aquello que le genera desconfianza y peligro, es decir, se aleja de aquello que potencialmente pueda descarrilar su viaje. A la par, se refuerza y resguarda en el calor de sus círculos cercanos: su madre y familia, amigos íntimos, el sur que le vio nacer y las almas que le esperan en el cielo, todas piezas fundamentales dentro de su obra y que también cumplen con la tarea de brindar calor a “CORAZÓN LOCOMOTORA”.
Hay pasajes de vuelo que no valen su destino
1 ángel me enseñó a rapear
El mío, sin embargo, parte al sur de mi camino
Dos abuelas que aún rezan por tenerme
Siguen preguntando si cada noche pienso en la suerte.
Santo tiene la capacidad de referenciar a su ciudad y su identidad sureña sin que se sienta de manera impostada, es todo lo contrario. En ‘LENTOS COMO FERRARI’ suelta estas barras: “Estos raperos van soñando con la sesión bizarrap / y los míos esquivando que no los cojan los cops / hablo en facts / gramo en wax / soy la face del volcán / el encargó de mi ganja vale más que un cadillac”. La velocidad de la locomotora como inspiración recorre los cinco tracks del proyecto y también el carril audiovisual, con tres videoclips y dos visualizers a cargo de Nicolás Medina (Kekarmafilms).
En “CORAZÓN LOCOMOTORA” hay un testimonio de la versatilidad de Santo Miletto, un artista que en la misma canción puede encarar registros de trap y boom bap, a la vez que te impresiona con su habilidad para moverse entre melismas y entonar de manera precisa. Todos los recursos del MC surgen de manera orgánica y nos hace pensar en la multiplicidad de gamas y géneros con los que nos puede impresionar a futuro. Todos los elogios para las cuerdas vocales de Santo Miletto.
En este trabajo Santo se muestra como una persona que ha formado un criterio que le permite tomar distancias y, desde esas distancias, y siempre desde el movimiento, poder evaluar y tomar decisiones. Tincho por su parte llega como un productor más aplomado, detallista y experimentado. Su cincel no ha parado de pulir sus colaboraciones y en este EP hay una prueba de su recorrido dentro de la escena, la dedicación a su trabajo y, no menos importante, su corazón melómano. Ambos demuestran ser artistas que van siempre adelante y quieren alimentar su música de distintas fuentes y matices. Desde sus inicios han sabido moverse dentro de la vanguardia bogotana y crearse a sí mismos una estética propia y estándares concretos, entre ellos siempre estará dejarlo todo por la música y crear desde el alma. Este EP es uno de los tantos hitos que verán la carrera de la dupla, a la que le auguramos y deseamos mucha moral, tiempo y recursos, porque con “CORAZÓN LOCOMOTORA” queda claro que pasión no les falta.