Tulum, Quintana Roo, México, 1 de enero de 2023.
Con arena en las zapatillas, rodeados de fuegos artificiales bajo el cielo de la Península de Yucatán y trabajando en una cocina de la costa mexicana, Colu y Yeiso reciben año nuevo. Cada uno por su lado ya cuenta con un primer material discográfico: “The Knot Nudity” ya fue publicado y “One Infinity” está a punto de ver la luz. En el medio se materializa la decisión de crear un disco juntos. Después de dos trabajos plenamente confesionales, los raperos tucumanos presentan un abanico de letras con temáticas análogas: la vocación, la búsqueda y el joseo.
Tener 19 años, estar durante 8 meses a casi 6.000 kilómetros de casa, trabajar, trabajar después de trabajar, juntar plata para mejorar su equipamiento, producir su obra y volver a Argentina: ese es el marco de condiciones bajo el que ambos miembros de la TKN construyen “Sin la S”. Con la madurez de tener una primera práctica y saber lo que significa grabar y publicar un trabajo de forma profesional, el hierro de la experiencia se convierte en una pieza afilada. Lo único constante es el cambio. Todo se transforma en una herramienta, incluso estas 16 canciones, que probablemente sirvan para el devenir.
Cada gota de tiempo libre es exprimida: escribir, hacer beats, grabar. Grabar, hacer beats, escribir. Siempre que vuelve del trabajo, Juan Cruz (Yeiso) lo hace caminando por la playa. Mientras escucha las instrumentales que le manda Tomás (Colu), saca el celular y rapea las barras que tiene escritas, buscando la mejor cadencia, mejores palabras, mejores versos. Mientras, su compañero permanece concentrado en el digging, a la búsqueda de los samples que van a ser la clave del disco. El primero de ellos, Ricardo Iorio (en paz descanse):
“El pobre no es el que no tiene dinero, pobre es el que no tiene sueños. Pobre es el que no se supera, el que no cumple. Estamos buscando la estrella que tal vez nunca alcancemos, pero peor es llegar a viejo sin haber intentado hacerlo. Eso es morir.”
El objetivo está claro desde el 2020, cuando comenzaron a grabar música. El 31 de enero de ese mismo año nace el canal de la TKN Nuevo Norte, crew integrada por 9 personas: Turks, Leohache, Tom, Ulise Lima2, Colu, Yeiso, Geronimo, Aurelio Achilata y Cuba. El 17 de julio publican su primer tema ‘SUEÑO DE NIÑOS’, con nuestros dos protagonistas como autores. Rápidamente, Colu expande el catálogo discográfico del colectivo con dos beat tapes: “VIGILIA” y “SEPPUKU”. Para 2021, solo sale un tema de Yeiso. La razón de la poca actividad se ve reflejada al año siguiente, uno de los más prolíficos del rap argentino y, sobre todo, el tucumano. Ahí es cuando Colu, productor del grupo -y no menos rapero-, pone sobre la mesa “The Knot Nudity”, una obra de drumless que desnuda sus conflictos, dolencias e inquietudes más profundas, rasgando cada costilla para sacar los mejores versos. Posterior a esta publicación, Juan Cruz trabaja con su compañero hasta estrenar “One Infinity”, cuatro tracks en los que también trata una lírica confesional labrada desde el prisma de la superación y mirar al futuro. Y entonces: “Sin la S”.
El futuro llegó
San Miguel de Tucumán, Tucumán, Argentina, 13 de julio de 2024.
“Nos hemos visto y dijimos: ‘Amigo, hagamos un disco’”, relata Yeiso sobre su arribo a tierra maya. Tomás ya había puesto en marcha su tarea, sin saber en lo que iba a terminar: “Cuando llega Juan, yo ya había arrancado a hacer beats y seleccionarlos. Ahí hemos empezado a rapear a la noche y decir: «Tengo esta barra acá, otra por allá». Así comenzamos”.
En el eterno verano de Tulum, donde el clima no se rige por el mandato estacional, Yeiso y Colu le sacaron filo al lápiz. Al calor del sol, freidoras y hornos, succionaron el jugo de todos los estímulos exteriores para que sirvan de inspiración. Incluso escuchaban los beats para freestylear con sus compañeros de trabajo: “Éramos 4 o 5 boludos rapeando mientras cocinábamos”.
De esa forma se construyó el proyecto, que termina publicándose a un año de la vuelta a sus pagos. Este, conecta escritos nuevos con algunos de archivo. ‘P.A’ y el estribillo de ‘Nieve Negra’, dos highlights del LP, son letras de hace algunos años adaptadas a las nuevas bases. Acá hay que destacar la labor sobre la paleta musical del disco. La evolución respecto a trabajos anteriores se nota tanto en la variedad como en la puntería para los samples. Se abandona lo monocromático para abarcar sonidos más cálidos como el funk de ‘Luca Prodan’, que contrasta con otros momentos más grimey como ‘B.I.T.C.H’. Hay plena conciencia sobre dónde poner vientos, baterías más pesadas o armar climas como se hace en el cierre con ‘Outro (Soluciones)’.
Todos los ingredientes, desde los textos hasta las instrumentales, pasaron por un riguroso proceso de selección hasta llegar al mejor resultado posible. Explica Colu: “Trabajamos mucho sobre la curaduría de las canciones. Las barras que tengo en Jerga Sudaka las tiré acá en otro beat (YM-401). En este disco pasó un montón que había letras que estaban en unos beats y que quedaban mejor en otro, y nos dábamos cuenta después rapeándolo”.
Lo que los condujo a esta forma de operar tiene que ver con el hecho de que ambos se encuentran más que nada en la propia música, sobre todo a lo que respecta a su obra. Conocer a cada uno de los pibes de la TKN es identificar al menos una parte de ellos en sus canciones. No hay pose. “Prefiero morir real que morir rich”, dice Juan Cruz en ‘B.I.T.C.H’. Lo hacen porque les gusta y porque existe una pulsión de vida. Esa energía está en todo el álbum.
En la obra se lucen las plumas de ambos, habilidosos y precisos con su forma de escribir. Desde el principio, cuando Tomás dice “Es por amor esto que hago / fingir que entiendo algo de lo que me estás hablando”, se puede ver en cierto punto lo que va a suceder durante los 51 minutos del LP. La lectura superficial da a entender que lo único que hay es el condimento y el color: el ego trip, la bacanería, el romance. Prestarle atención a versos particulares nos permite entender que hay un hilo conductor a lo largo del disco: el trabajo duro.
Todos tenemos una estrella en el norte a la que deseamos llegar algún día. A veces la miramos de reojo intentando descifrar cómo vamos a alcanzarla si está tan lejos. Colu y Yeiso decidieron ir tras de ella. “Aunque apuntes al sur, vas a llegar hacia este norte”, reza Juan Cruz en el track de apertura. Caminaron, se fueron lejísimos, recorrieron algunos lugares agradables y otros ásperos, pero caminaron. Y lo siguen haciendo. “Pasa por el hacer, eso es más que la plata. El ‘vení a tal hora al estudio’, buscar cosas, grabar dos o tres veces un tema porque capaz que la primera no te ha gustado, es más tiempo y más esfuerzo”, sentencia Tomás con su visión sobre el proceso de creación.
“Sin la S” tiene a Tucumán corriendo por sus venas, su lingüística y sus referencias. Los raperos de la provincia han logrado fundir tanto su acento en el delivery que pareciera ser algo ejercitado por décadas. La primera ficha que salta es el mítico kiosco/tabaquería Stud, la más popular y la más céntrica, predilecta para quienes fuman tabacos armados. Después, expresiones únicas del slang tucumano como “a la quila” (un objeto que se arroja y se lo lleva el que primero agarre) o mismo la icónica ciudad que actúa como lugar de los hechos en ‘Nativo White’: San Pedro de Colalao, una villa veraniega que suele ser visitada por familias o grupos de amigos. Lejos de casa, en el norte de México, no se alejaron de su identidad sino que la reafirmaron.
Uno de los puntos más altos se encuentra en ‘Nieve Negra’. Una gran interpretación del código grimey de «YEYO» con un sample que parece sacado de una película de samurais. En ella mencionan una problemática tucumana histórica que es el hollín. Cada año por un par de meses, vemos caer del cielo cenizas. Muchas partículas negras son traídas por el viento y caen en los hogares. Tucumán es conocida por ser productora de azúcar y en la zafra (época avanzada de cosecha que va entre julio y agosto), cuando uno maneja por la ruta, puede ver columnas de humo negro que son producidas por las quemas de pastizales y cañas de azúcar. De ahí se desprende todo lo que viaja por los aires y que, cuando llega a la ciudad, se convierte en nieve negra. Por eso, cada vez que haya zafra, vamos a recordar el estribillo mientras barremos las cenizas. “Yo pensaba en Tucumán cuando escribía eso, como fue con ‘La Cara del Norte’ del Maze (Maze 2K). Que se hable de la provincia. ¿Quién no vivió eso? Que se te llene el patio de esa mierda”, explica Yeiso sobre la idea originaria de lo que terminó siendo el motivo principal del track.
Escucharme es como tomar mate en Queens
No dejo lo argento pero voy pa’l club como Father MC
Sin la S
Esta cita resume la intertextualidad que logran, fundiendo lo regional y lo nacional con las raíces del paradigma al que pertenecen. Polo Ralph Lauren (92 Alpine), Father MC, Luca Prodan, Enrique Santos Discépolo, Robert Nesta, Willie Colón, Ricardo Iorio y más, son íconos que forman parte del universo simbólico que construyeron y de alguna forma dialogan con más de un significado en simultáneo. Ese universo es el de la TKN, en esta ocasión presentado por Juan Cruz, sin la Z, y Tomás, sin la S.