Pasados los 40 Xavier Amin Dphrepaulezz lo volvió a intentar. En 1995 había publicado un disco con Interscope Records, pero no le aseguró una carrera estable. como cantante. En el 99’ tuvo un accidente automovilístico que lo postró en coma tres semanas. Empezó de vuelta. Una banda tras otra: Chocolate Butterfly, Blood Sugar X y Me and This Japanese Guy, ninguna que alcanzase la relevancia. 2007 lo puso en el retiro y 2014 lo puso de vuelta al ruedo, no como Xavier, sino como Fantastic Negrito. Dos años después tenía un nuevo debut y un Grammy a mejor álbum de blues contemporáneo.
Ayer, 18 de octubre llegó al mundo “Son of a Broken Man”, un nuevo LP de una de las figuras más relevantes del blues en mucho tiempo. Tres días antes lo pre-estrenó en el Sony Hall de Nueva York, pero los primeros primeros recitales con el disco libre por el mundo van a ser en Sudamérica. 24, 25 y 26 de octubre el Cine Joia, el Club Chocolate y el Teatro Vorterix respectivamente reciben al Negrito Fantástico.
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Más adelante la gira incluye fechas en toda Europa, desde Portugal hasta Noruega, incluyendo tres noches en España (Barcelona, Valencia y Madrid, 20, 22 y 23 de noviembre). A los 56 años a Xavier no le es extraño el camino. Aprovechó la exposición de cada premio para llevar personalmente su música a cada lugar que le fuera posible. El del 26 de octubre será su tercer show en Buenos Aires.
Su voz y su banda de tour cuentan con un kilometraje al que aspiran todos los músicos. Su repertorio es robusto, con el blues como mayor pilar, pero también apoyos del soul, el R&B y hasta influencias del funk, el gospel y la psicodelia. El novísimo “Son of a Broken Man” es lo más rockero que hizo como Fantastic Negrito y lo muestra en un estado espiritual y musical de muchísima fuerza y pureza. Lo suyo es «Tradition black music», canciones fibrosas del folklore afroamericano. El grueso de lo que llega viene de las ramificaciones de esa tradición, pero no siempre tenemos la oportunidad de recibir en Sudamérica algo que esté tan cerca del núcleo. Es una ocasión especial y toca aprovecharla. Nos vemos ahí.