A pesar de estar concentrado en un nicho hoy en día, el Krautrock ha sido uno de los géneros más influyentes en el rock de los 70s en adelante. Caracterizado por su producción vanguardista, estructuras de canción abiertas y el ímpetu de innovar más allá del rock de la época, el género nacido en Alemania ha sobrevivido en la mente de los fanáticos de la música por las obras maestras, experimentación e influencia que su estela ha dejado.
Can es la banda insignia de todo lo anteriormente mencionado y un poco más. Su música es un carnaval salvaje de texturas, improvisaciones y un vocalista inalcanzable como lo es Damo Suzuki, quien después de “Future Days” abandonó la banda, cerrando una de las mejores rachas de discos en la historia.
El quinto larga duración del grupo muestra una nueva faceta de su sonido desde el principio. Están lejos de la demencia de “Tago Mago”, ni su infusionado con Funk Rock “Ege Bamyasi”. Con “Future Days”, la aproximación está enfocada en escaparates tropicales, húmedos teclados y una expansión ambiental llevada a través de los trepidantes tambores de Jaki Liebezeit. Entre la banda existe una sincronización cerebral, pero la música es a la vez humana y futurista.
En “Future Days”, Can nos muestra su lado más meditativo con un disco que es misterioso y sedante en iguales proporciones. Una experiencia sensorial que labra el camino de mucho del Rock Experimental por venir. Lo del quinteto de Köln es una nueva psicodelia, siendo el sonido el principal estupefaciente.