Pocas bandas lograron calar tan hondo y hacerse carne en el imaginario cultural de un país como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota lo hizo en Argentina. Es llamativo como pasan las generaciones y su obra sigue atrapando tanto a jóvenes como a gente mayor.
«Bang! Bang!… Estás Liquidado«, no es solo un disco de rocanroles. Significó un cambio de sonido y un cambio de época para la banda. Fue un tiempo de mucha tensión social, marcada por acontecimientos como el asalto al cuartel de La Tablada y la renuncia de Alfonsín a la presidencia. En este contexto se gesta el álbum, marcando la sensación de violencia generalizada y estar en constante peligro. Este concepto también se refleja en la portada, en la que se ve a integrantes de la Cruz Roja disparándole a otras personas, adelantando uno de los tracks del próximo álbum, «La Mosca y La Sopa«.
Para éste, hubo dos cambios importantes importantes: por un lado, decidieron ir a grabar en el estudio “Del Cielito”, que tenía un tratamiento acústico diferente, con paneles de madera y vidrio. Esto y la incorporación de Gustavo Gauvry, quien empezaría a ser ingeniero de sonido a partir de este álbum, decantaron en lograr un sonido más sucio y de garage. Marcó la diferencia con los trabajos anteriores que se escuchaban muy pop en su producción, y a pesar de que en un principio la mezcla no resultó del todo agradable para el Indio Solari, líder de la banda, fue un éxito en ventas.
Este cuarto disco de Los Redondos probablemente marca el inicio de la era más exitosa para la banda, un punto altísimo en su discografía. Una mirada agresiva y afilada, como los tiempos de ese entonces.
