Eduardo Galeano decía que en Latinoamérica, el destino no descansa sobre las rodillas de los dioses, sino que trabaja como un desafío candente en la conciencia de los hombres. “Dale Aborigen”, la obra cumbre de Todos tus muertos, es un disco que trabaja sobre la conciencia de los hombres, específicamente los hombres de Latinoamérica. Un disco que habla sobre el sufrimiento, la tristeza, la pobreza, la represión y el silencio, pero también habla de la furia, del hartazgo, la liberación y la esperanza viva. Que nace desde lo más profundo de las raíces de esta parte del planeta y que suena a nosotros: bien latino.
A finales de los 80, Todos Tus Muertos se había posicionado como una referencia en la escena punk argentina. Fidel Nadal (voz), Jorge Serrano (Voz y guitarra), Pablo Molina (percusión), Felix Gutierrez (bajo), Horacio Villafañe “Gamexane” (guitarra) y Christian Ruiz (batería), encontraron su fórmula artística y desde un principio fueron claros con lo que querían lograr como banda: la recolección de símbolos y elementos de la cultura afrolatina y su integración con la cultura popular contemporánea sería la piedra angular de su música. Fusionar instrumentos tradicionales como el bongó o las congas en ritmos de punk o hardcore y lograr que se armonicen entre sí, se convirtió en la característica más grande y constante de su obra.
Su primer disco, con nombre homónimo, “Todos tus Muertos” (1988) fue su presentación al mundo como un proyecto alterno, distinto y desafiante. Un grupo nacido de los barrios de Buenos Aires, con su público más fuerte en el mundo del punk y el hardcore, pero también con una inminente capacidad de crecer en la comunidad de la canción latinoamericana. TTM tenía toda la energía del underground londinense, pero también la esencia de los ritmos caribeño y el júbilo de la música afroamericana. De punk, pero también reggae; de grunge, pero también de ska. “Los muertos en el fondo siempre fuimos lo mismo, nos dicen que cambiamos, pero siempre somos lo mismo”, comenta Fidel Nadal en lo que parece ser una declaración poética, pero es la definición más acertada sobre el grupo.
Casi toda su obra se construía desde el espectro político: en la resistencia, en la crítica social, en contra de la desigualdad laboral y el abuso de poder. Y es que, de alguna u otra forma, el contexto los llevaba hacia ese lugar. La Argentina de finales de los 70, marcada por episodios de terror político como la desaparición de más de 30.000 personas, hizo que miles de jóvenes cultiven un rechazo general al gobierno. Todos Tus Muertos nace desde ese hartazgo e impotencia de una generación que había sido testigo de los actos más crueles e inhumanos por parte de los gobernadores y que, por supuesto, buscaba una voz que los representara. Esa voz surgió de lo más profundo del túnel, donde descansaban todos los muertos.
En cuanto a la estética, el grupo tomó de inspiración principal a los Bad Brains, pioneros del hardcore punk. El gusto común por ellos fue uno de los principales motivos para la sinergía de ideas. “Ver tipos con dreads y rastas haciendo punk fue una gran influencia para nosotros. Nos volvíamos locos”, cuenta Pablo Molina en una entrevista para Pelagatos Reggae. En su primer disco, con temas como ‘Gente que no’, ‘No más Apartheid’, y ‘Armas (Para la Paz)’, marcaron la dirección de la banda que se mantiene hasta el día de hoy.
En el segundo álbum, “Nena de Hiroshima” (1991), pieza fundamental en el rompecabezas del punk argentino, el perfil comenzó a asentarse. La propuesta interesante de un inicio se iba convirtiendo en una fuerza sólida y referente, una figura ideal de lo que era el movimiento alterlatino y sus expresiones contraculturales. TTM era capaz de emular a Bob Marley y al mismo tiempo a The Clash.
La consolidación: Dale Aborigen
1994 fue el año de la consolidación de un destino presagiado para Todos tus Muertos. La obra cumbre de la banda argentina: “Dale Aborigen”. Un álbum que invita a quemar todo y después a detenerte a observar el fuego.
Este disco recuerda esencialmente al ethos de Todos Tus Muertos, que es ese sentimiento de furia y de rebelión. El rasgo más emblemático de este proyecto es que, por sobre todos sus anteriores trabajos, es el que más se compromete con Latinoamérica y su problemática social. Se nota mucho la exploración de nuevos ritmos y símbolos que hasta el momento no se habían denotado en su obra. A nivel sonoro, hay más presencia de ritmos como el ska y el raggamuffin, pero sin desentenderse del punk.
Tuvo mucho que ver el hecho de que la banda viajó por distintas ciudades de la región, lo cual les permitió identificarse con realidades paralelas a la suya, rescatar nuevos ritmos y finalmente poder construir conceptos en base a su aprendizaje cultural. Este disco se trabajó durante tres años en los que no dieron indicios de proyectos nuevos, entre 1991 y 1994. Un periodo significativo para un trabajo que no solo se pulió a nivel de producción musical, sino que también requirió un nivel de introspección por parte de cada uno de los integrantes sobre lo qué querían hacer y cómo querían hacerlo. Horacio Gamexane, al que unos consideran el verdadero ideólogo del grupo, cuenta en una entrevista para un mini documental de Canal Music 21 la intención sustancial del disco: “Lo que nosotros queríamos era no tener ningún tipo de condicionamiento artístico. Ser leales con nosotros mismos en nuestros gustos y nuestra música”.
“Dale Aborigen” sabe ser crudo y explosivo, pero también suena cálido y familiar. Su carácter multigénero, donde se mezclan sonidos de reggae, Hip Hop, punk, hardcore, rock alternativo y hasta salsa, logra que la escucha del oyente se haga mucho más inmersiva y contenga estados de ánimo que cambian todo el tiempo. Las emociones van desde la felicidad hasta la nostalgia o desde la euforia incontrolable a las ganas de romperlo todo.
Cada artista invitado entendió la intención de la obra y realizó aportes desde su propia experiencia y visión. Fermín Muguruza, de Negu Gorriak, banda imprescindible del movimiento punk en el País Vasco, se volvió bastante amigo de Fidel Nadal y la simpatía de ideas hizo que participará como uno de los principales productores del disco. Compuso ‘Alerta Guerrillas’ y una reversión de ‘Lehenbiziko bala’, tema original de su banda, se incluyó como en el tracklist del disco.
Otro invitado fue Manu Chao, con quien Nadal había compartido una gira en Colombia y logrado una simpatía ideológica. El franco-español hizo los coros en ‘Dale Aborigen’, ‘Hijo Nuestro’ y ‘Tu Alma mía/Adelita’, regalos que aportan un color mucho más armonioso al proyecto y contribuye en el proceso de su latinoamericanización. Por ejemplo, ‘Hijo Nuestro’,arranca con una interpretación suya del tema ‘Guajira Guantanamera’, canción que habla sobre la identidad patriótica en Cuba y la esperanza de los campesinos. En esta misma pieza se incluyen referencias a otros personajes que son parte de la historia revolucionaria en Sudamérica como lo fue Augusto Cesar Sandino, guerrillero y patriota de Nicaragua, a quien destacaron esencialmente por su valentía y capacidad de liderazgo.
Sandino, Sandino
Hijo Nuestro
Esta es dedicada para el general (Sandino)
El que a nadie, nunca a nadie (Sandino)
Le ha hecho mal (Sandino)
El patriota de Latinoamérica (Sandino)
Augusto César Sandino (Sandino)
Soy un hombre sincero
De donde crece la hierba
Bajo la misma premisa, Todos Tus Muertos plantea una serie de discusiones que se encuentran en campos bastantes más complejos. La religión por ejemplo, es una temática que el disco aborda varias veces, y pone sobre la mesa tópicos como la imposición religiosa y el sincretismo cultural. Estas referencias se trabajan en canciones como ‘Mate’ y ‘Torquemada’. En el primero con un un tono burlesco en frases que aluden al castigo divino como puede ser “porque torturaste te van a castigar” o a la falta de espíritu como “vos no sos un alma espiritual”. En el caso de ‘Torquemada’ se habla directamente de la inquisición a partir de darle el protagonismo a Fray Tomás de Torquemada, un inquisidor conocido por su crueldad y métodos despiadados, muchos de ellos en el límite de lo deshumano, incluso criticados por la Iglesia. Sobre esta pieza, Gamexane mencionó que “era importante hablar de la inquisición, porque también llegaron a Latinoamérica y nos golpeó a nosotros”.
Torquemada!
Torquemada
Tomas de Torquemada asesina con sangre bautiza
Toda América Latina con la impotencia
Y también con el odio de toda mi gente que quedó
Otra de las inspiraciones para “Dale Aborigen” fueron los movimientos regionales en México. El episodio del levantamiento del Ejército Zapatista en enero de 1994, fue algo que los Muertos siguieron de cerca y gracias a eso, años más tarde, tuvieron la oportunidad de tocar para la gente de Chiapas, lugar central del conflicto. ‘Alerta Guerrillas’ensalza la figura de Emiliano Zapata, fundamental en la historia de la Revolución Mexicana. Este acontecimiento, también inspiró la creación de otro track del disco: ‘Tu alma mía/Adelita’, que rinde homenaje a las soldaderas que curaban a los heridos en combate durante las batallas independentistas. A través de este desentrañamiento histórico, TTM siempre buscó que sus oyentes tengan un grado de conocimiento y empatía acerca de los problemas de Latinoamérica, aunque muchas veces, según ellos mismos, no lo podían conseguir. “Hay gente que solo tiene instinto social, no llegan a la conciencia”, comentó irónicamente Felix Gutierrez en entrevista para el programa Música Urbana.
En “Dale Aborigen” Todos tus Muertos entendieron nuestra idiosincrasia y la reconvirtieron en una obra esencial de la música latina. Es el álbum que les permitió internacionalizarse, el disco de la nación punk y un legado que hasta el día de hoy es parte de una serie de símbolos trascendentales si se quiere repasar la historia de Latinoamérica, ya sea desde una perspectiva musical, ideológica o cultural.