Holy K - Workaholyk

«Sacrifico paz mental por el wisdom» reza el primer track del debut más esperado de los últimos tiempos. Hizo que los raperos más pesados de Argentina paren la oreja y se ganó un lugar en ese podio. La vara está alta en 2023.

La portada del disco debut de Holy K conduce rápidamente a un primer chispazo de ideas que durante la escucha se ilustran con mucha solidez. Incluso el juego de palabras “Workaholyk” nos hace pensar que hay una cantidad de esfuerzo realizado -al menos- por encima de la media, es trabajar incansablemente hasta lograr el objetivo.

Quienes siguen desde hace tiempo a la rapera oriunda de Miramar esperaban con ansias este álbum por las capacidades que demostró en cada single. En muy poco tiempo se ganó el apoyo de una gran parte de la escena argentina de rap, y el hype se esparció por todos lados. Llegó el estreno y las expectativas fueron superadas. Holy K se convirtió en una de las raperas más relevantes del momento.

Probablemente lo más característico a simple vista es el uso del spanglish, pero no es algún adjetivo o verbo aislado. Hay muchas líneas completamente anglófonas (en ‘Reality Check’ más de la mitad por ejemplo), otras solo en castellano, y otras más mezcladas. Aprovecha las virtudes de rapear en inglés haciéndolo igual de bien que en su idioma nativo -cosa que pocos pueden ostentar-. Moldeó una forma única de construir barras, que a simple vista es reconocible.

Las rimas de Holy K son patadas karatekas, entre multisilábicas y flows pesados construye un trabajo que empieza con tracks rompenucas como lo son ‘Fake Bijou’ y ‘Reality Check’. Wordplays por todos lados y referencias que van desde las más dosmileras (Snoopy, Tony Hawk, Helga Pataki) hasta el fútbol o leyendas del género como Lil Wayne, Missy Elliot o Lil Kim. Cuando la narrativa de la obra sale del gran eje “superación personal” hay temazos, algunos románticos como ‘Paradise Vibes’ y en otros hay pasajes que tocan temas personales con cierta profundidad como ‘Once Upon a Time’.

El boom bap como pilar y un estilo noventero que le calza como si estuviera hecho a medida de su voz. Hay un gran mérito en las instrumentales con la particularidad de que cada una de ellas pertenece a un beatmaker diferente. Esto bajo la supervisión de la artista, junto a su enorme capacidad de escribir logra una cohesión estética que consolida a “Workaholyk” como uno de los discos de rap argentino que mejor rankea en el último tiempo.

Recomendación Extra: “Refugio” (2021)

El debut de Soui Uno es otro disco con alto nivel de boom bap y barras crudas en sangre. Highlight en su año y una obra a la que vamos a volver cada tanto para recordar la excelente época que estamos viviendo para el rap.

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