Dillom parece crear con una conciencia envidiable. Conoce a su público, pero también está dispuesto a empujar los límites de lo que se espera de él. Tiene las herramientas para llamar la atención de rockeros nostálgicos, fanáticos del Hip Hop y entusiastas del pop más chicloso. En su disco hay samples a Vox Dei, Swans, Kanye West, Maria Elena Walsh e incluso a Miranda!. Coquetea con todos, pero no termina de darle el gusto a nadie. Porque sumergirse en su obra significa aceptar sus reglas, dejarlo escarbar en lo oscuro y estar dispuesto a volverse víctima de sus juegos mentales.
La primera escucha de “Por cesárea” es envolvente, tan intrigante como incómoda. El trabajo de su equipo de producción, -comandado por Luis La Madrid y Fermín Ugarte-, logra generar una atmósfera atrapante que se mantiene desde el primero al último tema.
Dillom construye una historia que se va desarrollando a lo largo de las canciones. Este recurso, -que ya fue explorado en la música contemporánea por artistas como Rosalía (El Mal Querer, 2018) y Tyler, The Creator (Igor, 2019)-, ahora se retuerce para montar una película de terror. La de un personaje que en la infancia sufre un suceso traumático relacionado con su madre, y eso condiciona su manera de vincularse con todas las mujeres que aparecen en su vida, hasta terminar asesinando a la que parecía ser su media naranja.
La escritora argentina Mariana Enriquez, -principal exponente del género en la literatura contemporánea latinoamericana-, considera que la función del terror es la de “ensayar en la ficción los miedos de la vida real”. Esta idea, se condice con la experiencia creativa de Dillom, que afirmó en entrevistas que la historia que narra el disco estuvo inspirada por un interrogante: qué hubiera pasado si, frente a las adversidades con las que se encontró a lo largo de su vida, hubiera tomado las peores decisiones. La elección del título “Por cesárea” según su creador, dialoga con la idea de “ser arrancado de un lugar donde estás cómodo (el útero materno) y traído a la vida contra tu voluntad”, el un “primer trauma” del ser humano.
El juego entre la realidad y la ficción también le permite exponerse y escabullirse entre los personajes que inventa. Su composición rebelde, lleva al oyente a preguntarse en más de una ocasión “¿dijo esto o me pareció a mí?”. En ‘Buenos Tiempos’ (que podría decirse que es la que más presenta ese estilo irreverente que ya habíamos escuchado en “POST MORTEM”), dice: “El día que muera / moriré en mi ley” pero también puede entenderse “morirá Milei”, en referencia al actual presidente de extrema derecha argentino, sobre el cual Dillom ya ha expresado abiertamente estar en la vereda de enfrente de sus ideales. él asegura que este juego de palabras no fue intencional, pero es difícil creer que no se hayan dado cuenta mientras lo grababan.
‘La Carie’ representa uno de los puntos más álgidos del disco. Con sintetizadores que evocan órganos de iglesia y la voz de Lali cantando en tonos graves, oscuros, se logra un dramatismo casi escénico, digno de un juicio divino. Como si las reflexiones sobre el bien y el mal inundaran al mismo tiempo la mente de personajes e intérpretes:
Dios mío dame mi sueño de paz
y no de pastillas
El diablo que nunca duerme
penando me despabila*
*Estos versos provienen de la canción ‘Plegaria Desvelada‘ de Maria Elena Walsh.
Entonces pienso, ¿cuál es el problema?
La Carie
Si un poco me calienta la desgracia ajena
Si colaboro con la fuente de las penas
Quiero sentir que soy la carie de tu muela
Dillom incluye estas pequeñas burlas que le quitan solemnidad al tema, pero no por eso deja de ser profundo. Por el contrario, amplía el abanico hacia nuevas preguntas: ¿con qué “fuente de penas” sentirá colaborar?
Es en ‘Muñecas’ donde más se hace presente el elemento ficcional y la búsqueda de impacto. Aunque en los primeros versos parece un intercambio inocente entre el narrador y la mujer por la que se siente atraído, a medida que avanza, todo se vuelve más oscuro, hasta terminar en la confesión de un femicidio.
Te propongo lo siguiente:
Muñecas
vayamos a un hotel
nos quedamos desde el lunes hasta el viernes
Invitame a tu casa a conocer a tus parientes
(…)
Un poco disfruté de ver tu cuerpo inerte
No puedo evitar hacerte esto, aunque lo intente
Hay problemas que solo los soluciona la muerte
A esta canción, le sigue un interludio instrumental llamado ‘(Irreversible)‘ que resulta tan perturbador y difícil de digerir como la frase que el oyente acaba de escuchar. El nombre se entiende como un guiño a la película homónima de Gaspar Noé (2002) en la que se muestra una violación.
Continuando con el hilo de la historia, el track ‘Coyote‘, es el encargado de representar el sentimiento de paranoia del personaje tras devenir en asesino. Con un sonido más acelerado, desprolijo y punk, Dylan vuelve a mover el avispero al tiempo que nos recuerda su fanatismo por Los Ramones.
Dejenme solo, el mundo está en mi contra
Coyote
No sé por qué me persigue tanto esta sombra
No me miren, no me llamen más
Ya me enteré que están hablando a mis espaldas
Otra de las cuestiones que se dejan entrever en este trabajo, es el alejamiento de Dillom del mal llamado “género urbano”. En el lugar que antes ocupaban colaboraciones con Bizarrap y L-Gante, hoy hay otro tipo de íconos de la cultura popular argentina: Lali y Andrés Calamaro.
En “Por cesárea”, casi no hay rastros del trapque lo hizo ingresar al escenario principal de la escena musical argentina. Esta transmutación de géneros, -que también pudo observarse últimamente en otros artistas, Emilia Mernes (de reggaetón a pop) Tini Stoessel (de reggaetón a pop-techno), Wos (de rap a rock)-, nos invita a preguntarnos si es que aquellos “sonidos urbanos” que se consolidaron en el país en los últimos años habrán funcionado como un medio de expresión para algunos artistas que todavía no tenían una identidad tan afianzada, o si en los tiempos que corren los músicos sentirán la exigencia de una constante “reinvención” para mantenerse relevantes frente a públicos con una oferta cultural cada vez más amplia. Considerando la naturaleza volátil de la era digital, cualquier afirmación sería apresurada.
Para Dillom, la búsqueda de nuevos sonidos y conceptos, junto con algunas decisiones éticas y estéticas, forman parte de su actual manera de concebir el arte. Llevar a cabo las ideas que lo inspiran, incluso aunque resulten “poco comerciales”: invitar a músicos del calibre de Alejandro Terán y el Cuarteto Divergente (cuerdas); dejar de usar tantas palabras en inglés (diferencia abismal en relación con las letras de “POST MORTEM”), rendir homenaje a la cultura argentina, reconociéndola como constituyente de su propia identidad y darle voz a sus amigos (Juan Lopez Boi y Broke Carrey en coros, Fermín en instrumentos y producción, No Duermo en dirección creativa). Según él, y con razón, un disco en el que se narra un femicidio es “invendible para una disquera”.
En tiempos donde sobran artistas que consideran más rentable quedarse callados, Dillom demuestra su versatilidad, su capacidad para generar debates, alzar banderas estéticas y políticas y fundamentalmente armarse de la valentía necesaria para realmente molestar.