Irónicamente, quienes hablan de cultura, de intereses y de pasiones deberían como regla general resguardarse de la primera persona. Esta va a ser una excepción:

Bestia Bebé suena como una banda de rock desde que existe. Desde que los apadrinó LAPTRA a 60kms de distancia, desde que giraban en centros culturales en el Conurbano y fechas a las 3 de la mañana. Desde que invitaban a sus amigos a que los teloneen y mismo telonear a sus amigos. Desde que los encontrabas en los mismos antros donde habían terminado de tocar, tomándose una cerveza. Han crecido los escenarios, se ampliaron sus fronteras, pero siempre es un recital con la pandilla liderada por Tom y compartida hace más de 15 años con Polaco y Chicho, mucho tiempo con Topo, hoy con Marki, sumando a Felipe y al Tucu, y cuando pueden pasar los sospechosos de siempre (Santi Motorizado, Lucas Jaubert, Mora Palvi, María Zamtlejfer, Nina Suárez) a colaborar en un tema serán bienvenidos.
Desde Boedo sale en 2012 lo que suena con naturalidad y muchísima coordinación un rock que se cruza de lo indie y el punk para salir a la calle un poco, mas barrial, más velocidad, tanto desde lo instrumental con distorsiones y ritmo acelerado como con las canciones dedicadas a sus amigos, a sus ídolos, a sus encontronazos, a sus películas, las historias que tenemos, todo lo que compartimos. Como tuvieron la capacidad de meter a conciencia una cancha de fútbol en una banda de rock es espectacular, y ese es el sentimiento que se comparte: estamos nosotros, somos todos juntos, yo no abandono. Por eso las canciones y la energía no es un descalabro de violencia, si no un acto de amor fraterno: a quienes pueden perder, a quienes encontramos, los que queremos, al mundo que tenemos a mano y nos mantiene cuerdos. No se ha encontrado todavía un gramo de ironía ni de falsedad en estas canciones. Puntos curiosos de esta sinceridad son cosas como haber hecho covers de ‘Destrucción‘ de V8 y ‘El amor ya va a llegar‘ de Daniel Johnston.
Podría llegar a hacerse una diferenciación entre pre («Bestia Bebé» 2013, «Jungla de Metal 2» 2015 y «Las pruebas destructivas» 2017) y post pandemia («Gracias por nada» 2020 y «Vamos a destruir» 2023), siempre casual, ya que muchas canciones ya estaban escritas previamente, pero que evidencian el paso del tiempo, el aprecio por la cotidianidad sin recurrir a referencias como antes, un groove más pesado y “clásico” en algunas guitarras, pero nunca abandonando la personalidad cálida y agitada de la banda. Siempre van a volver los héroes de Racing, el Boxeo y El Último Boy Scout, aunque nos crezcan las canas.
Se puede dar seguridad plena que es para ir a vivir un recital movido, para saltar, para cantar con una sonrisa de oreja a oreja, cagarse un poco a palos, abrazarse con alguien, compartir una cerveza, de la misma manera que era (y puede seguir siendo) en Pura Vida, en Tío Bizarro, en el Sarmiento de Quilmes, en el Lolla, en España, en donde haya.
Esta vez es la 2° fecha de 2 fines de semana seguidos en Niceto Club (Niceto Vega 5510, Palermo, CABA) cómo cartelera principal y acompañados de Polgar 3, excelentes muchachos mucho más pegados a la tradición indie con algo de psicodelia, e invitan a quienes quieran escucharlos a estar básicamente junto con ellos. A partir de las 20hs.
